Yojimbo

Sanjuro, un rōnin interpretado por Toshiro Mifune, llega a un pueblo desolado bajo el conflicto contínuo entre dos familias, observando el panorama se percata de que gracias a sus habilidades con la espada puede sacar provecho de la situación a pesar de las advertencias de la población local.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué estás tan triste? Tu negocio debería estar en auge.
—No. Cuando los combates son tan graves, no se molestan en hacer ataúdes.

Diálogo entre Hansuke y el tonelero.

Posiblemente el germen que dió lugar al spaghetti western debido a que Sergio Leone, precursor del género, plagió el argumento de esta película (cambiando la ambientación) en Por un puñado de dólares (1964). El alegó que lo hacía a modo de homenaje a Akira Kurosawa, al cuál admiraba mucho, pero el juez dictaminó que no cumplió con el copyright y eso le costó los derechos de distribución en parte de ásia y el 15% de los beneficios de toda la película. A Kurosawa le gustó el film pero no le hizo mucha gracia la "broma".

En mi opinión, todas las versiones de este argumento son de mi agrado y devoción, pero esta destaca por más motivos que la anécdota. Me encanta la fotografía, y, a pesar de no tener ni idea de imagen o color, creo que este blanco y negro tienen algo especial (si alguien sabe lo que es que me lo cuente). También soy muy fan de Toshiro Mifune, y su forma de actuar me fascina. Creo que en esta película es una de estas donde se ve al actor en su rol mas icónico, haciendo de samurái solitario, justiciero y carismático. Una de esas imágenes que quedarán para siempre grabadas en la história del cine. Muy recomendable.

Mientras me informaba para escribir mi opinión me he percatado de que tiene secuela: Sanjuro (1962). Ardo en deseos de verla cuanto antes.