Los "Buenos días"

En los chats on-line

Nos ponemos en situación; tú estás en un chat en el que puedes, o no, conocer a todos los integrantes, pongamos que te levantas a las 6:00 AM (típica hora rutinaria durante el curso escolar) y como no hay mensajes nuevos y, aludiendo Calderón “o calla o algo di que mejor que callar sea”, te quedarás calladito. Opino que a las 6:00 AM no tienes nada interesante que quieras o puedas decir.

Aunque la vida es imprevisible, si mientras vas andando por la calle en la mañana, se te cruza un hombre con frac y bombín portando, con gran maestría, en su hombro derecho un arpón ballenero, no creo que debas quedarte callado. Eso merece, como mínimo, foto y difusión completa en las redes.

Retomando el hilo principal: tras unas horas los demás integrantes del chat se van levantando y, rigiéndose (o no) por esa frase de Calderón, puede que escriban alguna cosa interesante. La mañana continúa y el chat puede tener una fluidez abismal, o todo lo contrario, pero en ambos casos lo que ocurrirá luego merece ser tratado.

Este es el escenario: ya es por la tarde. Hace un rato que has degustado una comida mediocre y campas a tus anchas por tu dispositivo infernal de comunicación cuando… ¡Un mensaje salvaje aparece! Dependiendo de lo aburrido que te encuentres: lo leerás inmediatamente esperando que sea “el mensaje del día”, uno de esos mensajes de los que solo hay uno al día, un mensaje por el que gracias a él se origina la conversación más larga y más interesante. Ese tipo de mensajes son el motivo de tu permanencia en el chat. O, por otra parte, ignoras esa notificación, porque dependiendo de unas razones u otras, no estás de humor para chatear.

Y entonces, cuando a pesar de todo decides mirar el móvil, es cuando lo ves… ese mensaje que recibes a las cinco de la tarde, lo lees, no te lo crees, lo vuelves a leer para confirmar que lo has entendido bien y que la totalidad de su significado se ha transformado correctamente en sinapsis dentro de tu cerebro. En ese momento es cuando te das cuenta de que uno de los integrantes del grupo ha malgastado esos bytes, esos preciados ceros y unos, única y exclusivamente para escribir “Buenos días”.

Tú te paras, y piensas: cualquiera de los demás integrantes del chat lo habrán ignorado, y no se habrán parado a pensar lo que esto implica. Pero tú no, tú reflexionas sobre ello. Primero, buscas la causa del mensaje: esta persona se acaba de levantar de la cama, o eso nos quiere hacer suponer. Segundo, reflexionas sobre en que localización se encuentra tu compañero, y qué huso horario suele utilizar. Y concluyes que no debe de estar en un radio mayor a 50 km de tu posición actual. Además, en este punto te das cuenta de que no todos los integrantes del chat podrían estar dentro de ese radio de 50 km, incluso podrían estar en otro huso horario muy diferente. Por lo que decir “Buenos días” en tales condiciones carece de sentido. Tercero y último, intentas descifrar que pretende transmitir con ese comunicado: podría significar un mero “Buenos días” en su sentido más estricto, resumiendo, que nos anima a que pasemos un buen día (esto es lo que, probablemente, les pase por la cabeza al resto de usuarios que lo leyesen). Pero eso no es suficiente para ti, tú piensas —No puede ser tan simple—, a lo mejor la intención del emisor es nula, una simple excusa para iniciar una conversación anodina, pero en su subconsciente podríamos hallar un significado oculto… un segundo motivo… o más de uno. Ese segundo motivo podría ser algo como —Me acabo de levantar de la cama a las 5:00 PM, voy a escribir “Buenos días” en el chat para que todo el mundo se dé cuenta de que soy más chulo que un ocho por levantarme tarde. A ver si así me preguntan lo que estuve haciendo hasta tan tarde ayer noche—. Esta reflexión del subconsciente es completamente factible debido a que si recalcamos la segunda observación, en caso de que no todos los integrantes del chat se encuentren en el mismo huso horario que el emisor, no tendría sentido poner un “Buenos días” sin mencionar que, por ejemplo, esos usuarios desfasados en el plano horario puedan estar en plena noche.

Esta clase de reflexiones no son muy comunes, pero cuando surgen así, de la nada, como una inspiración divina, pueden servirte para darte cuenta de cosas ocultas que no tienen ni porque ser verdaderas, pero que, personalmente, a mí me fascinan, debido a que no suelen estar mal fundamentadas y son claramente factibles.

“Buenos días” en mi opinión no es un mensaje con sentido que se deba escribir en un grupo de chat. Sobre todo habiendo personas que no comparten tu mismo huso horario. Simplemente, no tiene sentido. Eso es algo que dices por la calle cuando te cruzas con alguien en un pueblo, ya que en las ciudades, hoy en día, tampoco se practica.

—Esta reflexión fué escrita originalmente el 25 de enero de 2015 a las 18:12.

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