Häxan

Benjamin Christensen, de forma muy rudimentaria pero efectiva, nos expone una serie de escenas independientes donde intenta explicar el contexto y las consecuencias que sufrían las mujeres acusadas de brujería en diferentes etapas de la historia. Una delicia estética que no te dejará indiferente a la hora de juzgarlo desde la perspectiva actual.

Cuando me enteré de que existía un documental de 1922, mudo, sobre la historia de la brujería a través de los tiempos no pude esperar para verlo. Combina a la perfección demasiadas cosas que me encantan en una única película; los documentales, el cine mudo, la temática lúgubre y mística de los cuentos de terror y, a demás, el cambio de perspectiva que supone, desde hoy en día, tratar un tema como este con la visión de los años 20.

A pesar de lo mucho que me fascine, no considero que sea un film que interese a todo el mundo, pero si que lo recomiendo a personas que les gusta el cine raro y experimental, o los cuentos de terror al estilo de Lovecraft o Poe.